Arquitectura romana en España


Como es sabido, las primera obras que los romanos realizan en España son caminos y campamentos. Durante la época de la República se erigen pocos monumentos pero durante el Imperio España se ve favorecida por Augusto y sus sucesores de origen español, Adriano y Trajano.
Los monumentos romanos abundan en la zona del Levante y en el sur ya que son las zonas más pobladas y a donde la romanización llega más rápido.
Las vías y las calzadas construidas por Roma tienen una importancia fundamental para la romanización de la península. Entre las obras más destacadas se encuentran los puentes.
La ciudad de Mérida muestra la mayor cantidad de edificios romanos. La ciudad Emérita Augusta (Mérida) tenía una forma alargada y estaba amurallada. Para comunicarla fue necesaria la construcción de dos puentes siendo el más importante el de Guadiana. En ese entonces el río tenía tres brazos y poseía dos islas intermedias que fueron utilizadas como apoyo. En la isla natural se instaló un mercado, almacenes y muelles. 

ruinas del teatro de merida
Ruinas del Teatro de Mérida

 Como muestra de acueductos sólo quedan restos de dos y ambos datan de la época de Trajano. El más importante es el que se conoce como Los Milagros en alusión al sobrenatural equilibrio en los que se basan los pilares. Pero el más conocido es sin lugar a dudas, el acueducto de Segovia que se erigió en tiempos de Augusto.

acueducto de segovia
Acueducto de Segovia
 
En la península también se construyeron circos y sólo de los que existieron en Sagunto y Toledo existen unas pocas ruinas. De los construidos en Tarragona, Calahorra y Cazlona, sólo existen comentarios transmitidos. El de Mérida fue realmente grande poseía 444 metros de largo y 115 metros de ancho. Podía albergar hasta 26.000 espectadores.
El teatro fue construido por Marco Agripa en el año 24 a.C. y restaurado en el 135 en tiempos de Adriano. La forma es la típica grecorromana. La parte semicircular medía 88,60 metros de diámetro y se componía de una orquesta con tres gradas de mármol, tres graderías y un andén en lo más alto como pórtico corrido. El escenario está formado por una meseta de 53 metros y 6 metros de ancho con dos escalinatas hacia la zona de la orquesta.
La mayoría de las esculturas halladas en la península ibérica corresponden a los modelos del siglo IV también conocidos como helenísticos.


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